jueves, 2 de agosto de 2012

Un día de "esos"


01/08/2012
22:40

Acabo de llegar a casa para intentar terminar un día de “esos”.

Un día de esos,  porque corre viento y para las que andamos en bicicleta, no es muy propicio, sobre todo si querés llegar divina y pareciendo una profesional.  Pero Malargüe es así, y el viento es un ícono del lugar.  Vivo aquí desde hace varios años y todavía reniego cuando necesito un día diferente.

Un día de esos,  porque es una muestra de casi todo lo que hago, empecé a las 7 de la mañana para dar clases particulares en casa, hice trámites, cola en el banco, entregué productos cosméticos de los que vendo, volví a casa, di más clases, y luego me fui a cumplir con una mesa de examen en el Instituto Terciario donde tengo una suplencia.  Yo enseño inglés, la mesa era de química, comenzó a las 19.00 y terminó a las 22.00. Eso me pinta de cuerpo entero como estoy frente a la computadora ahora.  Pero, escribir me hace bien y mientras se hace mi té, vuelco mis vivencias de hoy.

Un día de esos, porque pagué tarde la factura de internet y se están tardando más en restablecer el servicio, que en cortarlo, obviamente.  Y yo con ganas de revisar Facebook, de actualizar mis blogs, de leer mi correo y de hacer mis primeros comentarios sobre el proyecto “Así somos Nosotras”.

Un día de esos,  porque desde el lunes estoy con mi periodo menstrual que suele durar una semana, no es con flujo abundante esta vez, pero sin con dolores, inflamación y ganas de no hacer nada.

En medio de todo “eso”, un alumno faltó esta tarde a su clase, antes de mi mesa de examen.  Y para recuperar fuerzas para seguir hasta la noche, me llevé una manta de polar al sillón y me recosté un rato (todas sabemos que estaba “tirada”),  para ver si el antiespasmódico hacía efecto de una buena vez.  Mientras tanto, juntaba coraje y pensaba en qué momento,  si el viento no cesaba, tendría que pasar por un supermercado a buscar un buen stock de toallitas, porque sólo me quedaban algunas del mes pasado (y yo no gasto menos de 3 paquetes normales, uno de nocturnas y una caja de tampones por periodo).

Cuando me estaba relajando, golpearon la puerta, menos mal que atendí porque era el correo privado con una caja de Trnd.  Cuando me inscribí en el Proyecto, juro que dudé de la veracidad y seriedad del mismo.  Imaginé una cajita o un pack mínimo de muestra.  Pero cuando vi la caja a mi nombre, tuve esa emoción de niña cuando uno recibe algo inesperado.  Así que, entre la manta, y el sillón abrí la caja ansiosa para ver qué contenía, por eso las fotos muestran la caja en el desorden de mi “siesta interrumpida”.  Eso es lo que en inglés se llama “perfect timing”; en un día de “esos” nada mejor que recibir regalos para mi y para compartir con mis amigas y clientas.


Un chiche la almohada fucsia de Nosotras, que a esta hora del día me vendría bien en tamaño cama.  Sin embargo, no quería dejar de escribir mi primer post, que será parte de un blog diferente, de las cosas cotidianas que me pasan como mujer con Endo, a punto de cumplir 48 años, con varios rebusques por falta de trabajo estable, pero con un montón de ganas y creatividad de hacer cosas nuevas y sobre todo de buscar formas de sentirme más segura, más cómoda y confiada.

Susana, Sue o Susie
Subiré este comentario cuando mi servicio de internet se restablezca y seguro, para entonces, alguien ya habrá recibido su primer pack de muestras y se estará preguntado en qué otra cosa me metí ahora.
Proyecto Así somos Nosotras

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